viernes, septiembre 07, 2007

Cambios

"Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja."


Durante un tiempo no hubo nada, y todo estuvo en calma. Y luego las cosas se transformaron en una hermosa maraña de idas y venidas, de juegos y vueltas. Las cosas se hicieron simples por la cercanía, y luego la lejanía nos atacó intentando salvaguardar la verdad dentro de un oscuro pozo creado por nosotros en cada uno de nuestros corazones. Jugamos a ser cosas que no eramos y buscamos razones para no perder la cordura en un mar de fantasías tan extraño que resultaba cálido, pero peligroso. Intentamos resguardar en nosotros años de amistad inexistente que no nos dejaba avanzar un paso más del lugar donde estuvimos parados. Palabras y frases se perdieron, sueños y realidades nunca se mezclaron. Ideas estrambóticas para forzar momentos que nunca se completaron. Busquedas inconclusas por palabras que nunca se dijeron más que en forma de juego, no sea cosa que alguno dijera lo que de verdad estaba pasando y tuviesemos que enfrentar esta realidad tan aplastante. Que frase que me gusta.
Nos paseamos de la mano sin compromisos y nos dejamos ver abrazados sin entrar en un juego al que queríamos entrar desesperadamento. Pasamos nuestro tiempo tratando de estar a solas, usando excusas baratas para no estarlo. Y entonces estalló. Nuestras bocas se acercaron por un instante y una de las dos hizo un efecto de repulsión lleno de dolor frente a la otra. El momento no era el adecuado. El tiempo desgarró nuestros sueños, y la cercanía que nos dejaba la electrónica era lejanía que nos generabamos. Besos por celular, escuché en una canción conocida. Se rompió el hechizo.
Los celos abrieron en dos al fantasma de lo que habíamos sido y nos buscamos la forma de escaparnos otra vez. ¿Cuanto tiempo habremos perdido haciendo que el otro no existía?
El tiempo pasó y no tuvimos más remedio. Ya no era mental, ni sentimental, era algo que no se puede describir. El cuerpo y el alma nos pidieron reencuentro y ahí estuvimos. Los celos nos volvieron a deshacer. ¿Es que nada podíamos hacer bien?.
Las vueltas nos llevaron al principio del camino. Hola, soy tu amigo otra vez. Reencuentros y salidas, abrazos en la noche, de camino a casa y a la separación de nuestros brazos. ¿Y por qué no? Despues de todo... ¿No es que todo el mundo ve en nosotros lo que nosotros no podemos ver?
Estás conmigo. Estamos cantando a la sombra de nuestra parra, una canción que dice que uno solo conserva lo que no amarra. Drexler tenía razón.
Nos encontramos. Encuentros y salidas otra vez. Manos, abrazos y palabras. Despues de un tiempo la vida nos une y la informática nos deja encontrar en el camino. No hay forma de que pierdas lo que tenés. Tanto tiempo buscamos escapar en los brazos de otras personas y ahora en unas cuantas palabras digitalizadas sabemos realmente lo que tenemos que hacer.
Hoy, sabado, es el día en que tenemos que hacerlo. Es esto o estalla el mundo. Y el mundo voló en mil pedazos. Ya estaba todo perdido, así que solo era cuestión de aclararlo. Un yo también era lo único que bastaba, y el miedo lo arrastró consigo al final de los días.
Jueves, cines y encuentros nocturnos. Y entre esos encuentros, nuestra vida se llena de cambios. Nuestros labios se juntan y forman aquello que deberían haber formado hace tanto tiempo.
Y ahora la lista de cambios es cada vez más larga, más placentera, más suelta, más abierta. Estamos acá y estamos juntos. Solo falta una palabra adelante de todo el mundo. Cada vez falta menos.
Ahora ya es hora de que huyamos hacia ese paisaje. Creo que llegó la hora de empezar a concretar estos cambios.
Tres años y cuantos meses. Cuantas vueltas te da la vida.
Tres años.
Y ahora dos meses.

"Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias."


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